Codemaster se hizo con los derechos del video juego oficial del Campeonato del Mundo de Rally WRC y de esta manera cerrará la discusión eterna entre los fanático virtual: WRC The Game -de KY Racing- vs Dirt 2.0 -desarrollado por el propio Codemaster-. Igualmente habrá tener paciencia, porque el cambio de productora se realizará recién en 2023.
El parate obilgado causado por las medidas de aislamiento para prevenir la expansión del virus Covid19, nos dejó sin carreras reales, pero visibilizó un mundo virtual que ya se encontraba en pleno auge. Si bien los simuladores de rally no lograron un desarrollo tan importante como los de carreras de pista y no son tan usados por los pilotos reales para entrenamiento intensivo como si lo hacen los principales protagonistas que compiten en categorías de circuitos, si tienen un mundo propio y hasta casi profesional, que ha crecido muchísimo en los últimos años.
Pero como en casi todo aspecto de la vida humana existen dos caras de una moneda y cada una es defendida con énfasis por sus seguidores. De un lado el juego oficial “WRC The Game”, desarrollado por la empresa francesa KY Racing, presenta un entorno familiar para los amantes del certamen mundial ya que pueden jugar con los autos oficiales, personificarse como uno de sus ídolos y acelerar en escenarios sorprendentemente similares a los que transitan todos los años los eventos del WRC. Sin embargo, los detractores de este juego afirman que el motor de simulación no está muy bien desarrollado y eso le quita mucho realismo. Además, el costo de su versión más reciente, WRC 8, va desde los 55 hasta los 78 dólares -dependiendo del pack de expansión con autos históricos-, un precio que aleja a muchos de los potenciales pilotos virtuales.
Del otro lado de la vereda virtual se encuentra, el Dirt 2.0, uno de los caballos de batalla de la británica Codemaster. Presenta un juego económicamente mucho más accesible -de 7 a 15 dólares dependiendo la versión- y con código abierto, lo que significa que cualquiera puede generar pequeños cambios en la programación del juego, como por ejemplo subir diseños propios de carrocería para los autos. Además, la física del simulador pareciera acercarse un poco más a la realidad, con cambios significativos en el terreno a medida que pasa la competencia e incluso con una notable respuesta de los autos a los cambios en el set up. Dirt 2.0 y sus versiones, permiten además la posibilidad de competir en otras especialidades como Rallycross o carreras de autos históricos.
Sin embargo donde más diferencia saca Dirt sobre WRC The Game es en la jugabilidad online y la posibilidad de crear torneos multitudinarios. Allí es donde pudo popularizarse esta plataforma y donde ganó más adeptos. Más adelante, incursionaremos más profundamente en el mundo virtual.
Por lo pronto, sabemos que la gran grieta que separa a los fanáticos de ambos juegos parece tener fecha de vencimiento ya que finalmente el juego más popular, tendrá su versión con autos y carreras oficiales. Simplemente habrá que esperar.
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