A los 55 años, Ricardo Daparte sigue disfrutando de la especialidad de los derrapes. Tras el doble festejo en la Manzana (venció en la RC3 y en la Copa Senior), “El Chueco” se sumó al pasado capítulo de #CharlasDeRally y dejó en claro que también se siente orgulloso al ver que su hijo Fernando (que corre en la RC5) le sigue los pasos. “Voy con la cabeza en dos autos. Por ahí nos desconcentramos un poco, pero es difícil evitarlo”, contó el cordobés.
El doble baño de gloria (más bien el hecho de haberse mojado en una cita pasada por agua) le pasó factura a Ricardo Daparte, que tras el viaje desde General Roca (Río Negro) debió postergar los festejos por sus triunfos en la tradicional Vuelta de la Manzana a causa de una gripe que lo mandó a la cama. Sin embargo, el popular “Chueco” no faltó la cita vía Instagram Live y se sumó al pasado capítulo de #CharlasDeRally realizado por Entre Motores junto a Rally y Más Automovilismo para repasar sus victorias en la Clase RC3 y en la Copa Senior del Rally Argentino.
“Pasamos mucho frío, con las botas mojadas todo el fin de semana y nos hizo mal”, comenzó el cordobés de Cruz del Eje, antes de comparar la situación que se vive en sus pagos: “Acá no llueve hace seis meses, ja. Me vi toda el agua junta allá en la Manzana”.
Después sí se metió de lleno a contar su tarea en las bardas rionegrinas: “Tengo muy poca experiencia de manejo sobre barro, casi nula diría, soy bastante malo. El sábado salí a estudiar un poco el piso y ver qué onda, cómo lo podía llevar al auto, aprendiendo tramo a tramo. Y la verdad que el domingo fue otra carrera, nada que ver los pisos, que ya eran un río. No tenía miedo de irme afuera del camino sino a alguna falla del auto, como le pasó a mi hijo que se le mojó el TPS (sensor de posición del acelerador) o algún sensor por la humedad y el agua, así que venía más sufriendo por eso que por cualquier otra cosa”.
Y agregó: “Lo que complicaba es que el piso no es parejo en todo el tramo como sucede acá con un tramo de montaña. Acá largás un Tanti-Cosquín y el piso con el que largás es el mismo que el del final, no vas a tener sorpresas. En la Manzana cambiaba en 100 metros y pasabas de una arcilla amarilla al ripio, a los 500 metros te encontrabas con otro tipo de piso, entonces tenías que ir tratando de leer e interpretar en dónde se podía acelerar y en dónde no”.
Precisamente la lluvia le había ahogado el festejo hace algunas temporadas: “En 2017 venía ganando la carrera casi por 30 segundos sobre Pablo Pelaéz y quedaban el tramo de Cervantes y el del Autódromo para el final de la carrera. Justo cuando estaba por largar la Junior empieza un chaparrón de golpe, ¡se llovió todo en dos minutos!, e hice como cuatro trompos en ese tramo de Cervantes que es dificilísimo y perdí la carrera por eso”, recordó Daparte.
Pero la revancha llegó en este 2022 para saldar una especie de deuda que tenía pendiente. “Terminé emocionado porque para nosotros la Manzana, aparte de ser una carrera mítica y que todos quieren ganar, es especial. Mi cuñado (Jano Konikoff) viniendo de ganar la Manzana en la Clase N1 en 1989 pierde la vida en un accidente automovilístico a pocos kilómetros de Córdoba junto con otros amigos que eran íntimos (Fernando Stella, Julio Salusso y Walter Pecci). Por eso a nosotros nos quedó esa deuda. Cuando volvimos a correr queríamos ganarla quizás para recordarlos”, explicó.
“Me faltaba ganar esa. Por eso digo que no me hace falta más: si hasta gané una carrera dentro de la Junior en una fecha que compartimos con el Campeonato del Mundo. ¡¿Qué más puedo pedir?! Hice más de lo que a lo mejor soñé”, sostuvo el piloto del Daparte Rally Team.
¿Estás pensando en el retiro? “No sé. Creo que las ganas de correr no se me van a ir nunca”, respondió. “El tema es que se hace un poco más difícil, sobretodo económicamente por Fernando (su hijo que compite en la RC5 del Argentino -foto-). Ya que tiene la edad y el tiempo, quiero que él a esto lo hago lo más profesional posible. A lo mejor no nos da para hacerlo los dos, así que me voy a enfocar más que nada en él. Pero mientras pueda, lo voy a hacer. Hoy voy con la cabeza en dos autos. Porque sinceramente yo lo hago porque me gusta y me gustó muchísimo siempre esto, pero disfruto mucho verlo correr. Y encima noto que lo hace bastante bien. Voy corriendo pensando en lo mío y también en lo de él; termino un tramo y ahí nomás le hablo o le mando un mensaje para ver cómo terminaron; estoy pendiente de ellos en todo momento. Por ahí nos desconcentramos un poco, pero es difícil evitarlo”.
Eso sí, en la lista de deseos aún hay lugar: “Con Ema (Rozados, su navegante) hemos dicho más de una vez que no nos vamos a retirar sin hacer, aunque sea, una carrera en un Maxi Rally. Sería el sueño del pibe. No lo descarto; ojalá se me pueda dar. Vamos a hacer lo posible. Pero ahora la prioridad es Fernando; quiero tratar de darle un empujón y ver qué puede llegar a hacer”, cerró.
Fotos: Rally Argentino y Facebook Daparte Rally Team
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