Si, si. No importa cuál. Los dos pilotos más grandes de la era moderna de WRC están regalándonos un espectáculo tremendo en el Rally de Montecarlo. Ayer Loeb terminó al frente, hoy Ogier dio un golpe que parece ser definitivo para conseguir la victoria. Mañana, el último capítulo de esta batalla.
La temporada del Campeonato del Mundo de Rally arrancó de la mejor manera posible. Con drama, acción en rutas con muy poca adherencia, hielo, nieve, asfalto seco y una lucha mano a mano entre dos de los pilotos más grandes de la historia (no vamos a ponernos a decidir cual es mejor en esta nota).
Este sábado Sébastien Ogier salió dispuesto a recuperar el primer lugar. Fue el más rápido en el segundo tramo y quedaron igualados en la punta de la General con Sébastien Loeb, pero en el último sector de velocidad de la mañana, el hombre de Toyota volvió a ser más veloz y llegó a la asistencia con 5 segundos de ventaja.
Loeb parecía recuperarse de los problemas de adherencia que lo afectaron en el primer rulo del día y fue levemente más rápido que Ogier en el primer tramo de la tarde. Pero las diferencias finalmente llegaron en el segundo paso por Saint Geniez/Thoard, de 20 kilómetros.
Las carreras se ganan con habilidad, pero también con estrategia. Por ello cuando Ogier vio la elección de neumáticos de Loeb, rápidamente cambió de opinión y la jugada le salió bien: “Tenía planeado ir con gomas para nieve porque era la opción más segura, pero vimos que Seb optó por slicks por lo que cambiamos rápidamente a último momento antes de largar. Fue difícil manejar en algunos lugares pero muy divertido en los sectores secos”, afirmó el actual campeón del mundo luego de realizar un parcial magistral que le permitió sacarle poco más de 16 segundos a su rival y cerrar el día con 21 segundos de ventaja al frente de la general.
“Ahora estamos un poco lejos. Lo intentamos, pero Ogier nos vio y cambió a último momento. Fue realmente complicado con las slicks y muy fácil de cometer algún error, pero estamos aquí”, comentó Loeb al final la jornada y ahora tendrá una difícil tarea de remontar esa diferencia en los cuatro especiales que le restan a la carrera mañana.
Más atrás, la lucha por el tercer puesto lo tiene a Craig Breen adelante, aunque con un sorprendente Kalle Rovanpera detrás. El finlandés voló este sábado, se ubicó en el top tres de todas las especiales del día, ganó dos de ellas y trepó del noveno al cuarto puesto. La diferencia es de casi 38 segundos, pero teniendo en cuenta que en el último sector de hoy el joven de Toyota le descontó 20 segundos al de Ford, todo puede pasar mañana.
Las categorías soporte también dan espectáculo
En WRC2 pasó de todo. Stéphane Lefebvre había terminado arriba el viernes, aunque hoy los Comisarios le impusieron una sanción de 30 minutos por una infracción que involucró a su equipo de notas de ruta y así el francés se bajó de la lucha. El campeón Andreas Mikkelsen heredó el mando, delante de su compañero Marquito Bulacia, hasta que el boliviano (que lideraba en WRC2 Junior) se quedó a poco del cierre de la PE12 por problemas mecánicos.
Pero el drama siguió, ya que Mikkelsen y su escolta Yohan Rossel tuvieron inconvenientes en el último sector, aunque el noruego logró mantener el liderazgo y supera por 22.4 segundos al checo Erik Cais.
Mientras que en WRC3 también se registraron cambios en lo más alto del clasificador, ya que el finlandés Sami Pajari fue más efectivo con su Ford Fiesta Rally3 y ahora manda al aventajar por 14.7 segundos al checo Jan Cerný.
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