Rally: ¿Fácil o difícil? ¿Cuál es cuál? Normalmente tendemos a asociar la velocidad promedio alta en los tramos de un rally con un rally difícil, “chivo”, Por el contrario, si no tiene tramos tan veloces, lo consideramos más fácil. Pero, ¿Qué es lo que realmente hace que un rally sea fácil o difícil? ¿Es la velocidad? ¿El terreno? ¿Si es rally de montaña o en el llano? En esta nueva sección, junto a Carlos D´Andrea tratamos de encontrar algunas respuestas, pero sobre todo tratamos de pensar el rally desde otro punto de vista.
Por Carlos D´Andrea.- Más allá de las habilidades de un piloto o de la adaptación de cada tripulación a un tipo de carrera en particular, en esta nota tratamos de trazar algunos criterios que nos permitan establecer cuales son las variables que pueden representar una dificultad en una competencia. Haciendo una analogía del cerebro del piloto, con el procesador de una computadora. La velocidad de resolución del procesador depende de la carga de trabajo, las dificultades aumentan en función de la cantidad de entradas o variables que deben ser procesadas para realizar las acciones pertinentes.
Lo que hace que este procesador (cerebro) esté más ocupado, estresado es la cantidad de cálculos o variables (entradas por kilometro o por minuto) que deben ser evaluados para ejecutar movimientos coordinados de manos y pies, que resultan en la técnica de manejo más correcta para conducir el auto por la prueba especial en el menor tiempo posible desde el inicio hasta el final.
Un rally se vuelve realmente difícil cuando el piloto y el copiloto reciben una avalancha de información por kilómetro. Deben lidiar con la gran cantidad de instrucciones del copiloto, los posibles accidentes en el camino, la falta de agarre debido a la topografía o las condiciones climáticas, muchas zonas no visuales, estos llamados "no se ve, y" aportan un estrés extra, e incluso posibles fallas o deficiencias en el rendimiento del auto. Es la capacidad de procesar y gestionar todos estos inputs por minuto lo que marca la diferencia entre un rally fácil y uno difícil.
Para enfrentar estos desafíos, es importante que el piloto realice ejercicios previos de focalización y visualización, además de tener claridad sobre el propósito de participar en dicha competencia, mantenga convicción, expectativas realistas y bienestar general. Todo esto contribuye a que el procesador (el cerebro) pueda llevar a cabo la tarea de conducir a alta velocidad y manejar la ecuación en riesgo versus velocidad de manera efectiva. Al final del día, la combinación de habilidades técnicas, capacidad de concentración y toma de decisiones rápidas es lo que define el éxito en un rally, ya sea fácil o difícil.
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