¡Apenas 300 metros! Eso fue lo que pudo andar Esapekka Lappi al mando del Fiesta WRC con el que esperaba competir este sábado en una carrera en Finlandia. El auto tuvo problemas de motor y tendrá que seguir esperando para prepararse de cara al reinicio del WRC.
Cuando las cosas vienen torcidas… Pasaron cinco meses de aquella imagen en la que se lo veía saltando del Ford Fiesta WRC en llamas al final de la etapa de El Chocolate en el Rally de México en marzo. Por eso Esapekka Lappi esperaba con más ansias que nadie su reencuentro al volante de un WRC y había decidido anotarse en el Jämsän Äijät Ralli de Finlandia (de un solo día de duración) como para agarrar ritmo de cara al reinicio del Campeonato Mundial. Sin embargo…
En el test previo de esta mañana, el auto del equipo finlandés JanPro Racing (una firma de preparación de clientes que posee el único Fiesta WRC 2017-spec ubicado en su tierra natal) tuvo problemas de motor (relacionados con el turbo), situación que alteró los planes. Lappi apenas completó un par de curvas.
“Tuvimos un fallo en el motor. Fue después de 300 metros de la primera pasada. Por supuesto, es decepcionante, pero tenemos que aceptar que estas cosas son posibles cuando estamos en un deporte técnico. No hay nada que podamos hacer, la parte no se puede encontrar a tiempo para el rally de mañana, así que se acabó. No podemos arreglarlo. Este es el único automóvil como este en Finlandia, por lo que no es posible tomar otro automóvil ni hacer nada más”, se lamentó el piloto del M-Sport.
“No recuerdo un momento en que estuve fuera del auto durante tanto tiempo”, agregó Lappi, que es consciente de que sus rivales en el Mundial llegarán con más rodaje a la reanudación en Estonia a principios del mes próximo. Por eso intentará sumar kilómetros: “Tenemos algunas ideas y estamos haciendo algunos planes. Hasta pensando en volver a preparar este auto y luego ir a algún lado para conducirlo. Todo lo que hice fue 300 metros, fue como un calentamiento y luego se detuvo”.
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