Alejandro Cancio, flamante campeón de la Clase RC2A del Rally Argentino, recibió en su casa a Entre Motores para hablar de todo: su conquista tras tanto buscarla, el proyecto de traer los R5 a nuestro país, la múltiple función de piloto/director de equipo, el presente de la categoría y, especialmente, cómo la pasión de él y de su papá Letín pudo más que cualquier frustración.
-¿Te sacaste una mochila?
-Sí. Quizás no era tanto una mochila para mí porque en algún momento de mi carrera había decidido no preocuparme más por un campeonato porque sino hubiera dejado de correr hace mucho tiempo. Disfrutaba del automovilismo, de esta pasión… Con mi viejo (Letín) disfrutábamos de todo lo que tiene que ver con el rally, entonces no fue tanto un objetivo. Pero siempre traté de hacer las cosas lo mejor que pude y en la posición que estuve. Cuando salió esto sabía que íbamos a salir campeones porque habíamos apostado todo, habíamos hecho todo bien; ya no dependía de nadie más que de mí y de lo que pudiera hacer con el equipo. Si bien lo peleé muchas veces y también la falta de suerte hizo que no pudiera ser campeón antes.
-Hace unos años también te centraste en ir por el título, incluso te instalaste en Córdoba y estuviste a un paso de conseguirlo, pero no se te dio. ¿Por qué ahora sí?
-Porque ahora no dejé que nada dependiera de los demás. Todo dependía de lo que podía hacer yo, con el auto y con mi gente. Ahí estuvo un poco el cambio. A veces se depende de otras personas que no tienen el mismo objetivo que uno, entonces ahí es donde se complica.
-¿Existen muchas diferencias entre ser piloto yendo con el casco en la mano directamente los fines de semana de carrera a estar todo el tiempo metido en el taller?
-Sí, hay diferencias. Pero podría haber sido campeón antes cuando hice lo otro de ir a correr nomás. Inclusive el último año que corrí con el Maxi Rally luché por el campeonato y podría haberlo ganado. Pero por esas cosas que tienen las carreras de autos no se pudo. Hay una diferencia de concentración especialmente; yo estoy todo el tiempo pensando en la carrera, esta semana que salimos campeones también hubo mucho trabajo con la logística de la carrera que viene, las cosas que hay que hacer… No te relajás nunca.
-Y respecto al campeonato del 2005, ¿cuáles son las grandes diferencias que encontrás?
-Fue bueno también en ese año porque era bastante nuevo y estuvo peleado… Pero éste es absoluto, éste es el que va. En la categoría máxima, tras batallar contra grandes pilotos… Sin lugar a dudas en aquel 2005 no pensé que iba a pasar tanto tiempo sin ser campeón, que lo iba a lograr antes. El del 2008 también lo peleé hasta la última fecha y se me escapó por muy poco ante (Federico) Villagra. Por eso no pensé que iban a pasar tantos. Después estaba mirando las estadísticas y en algunos años de diez carreras ¡abandoné en ocho!… Varios años me pasó eso de llegar en dos o tres carreras solamente, con muchos problemas. Y lo que admiro y me admiro es la paciencia que tuve; eso fue impresionante.
-¿Qué balance hacías y qué pensabas cuando veías esos números?
-Una contradicción muy grande porque poníamos y hacíamos todo lo posible para llegar adelante en las diez carreras y completábamos muy pocas. No estoy hablando de alguien en especial, sino que pasa en muchos equipos. Pero hoy la veo y realmente siento un poco bronca de algunas cosas. Lo digo hoy que salí campeón y que me puedo descargar; porque antes no podía decir nada.
-¿Hoy podés afirmar que tanto esfuerzo valió la pena entonces?
-Sí. Pero no fue tanto esfuerzo sino fue mucho disfrute en todo esto de correr, por eso seguimos. Si bien los resultados no se daban, con mi viejo disfrutábamos mucho de cada carrera, de viajar, de un montón de cosas… Entonces no era algo pesado y más allá de la falta de resultados lo disfrutábamos igual.
-La pasión pudo más que la frustración…
-Sí, es un poco el título que le di a este campeonato. Y en este último tiempo creo que el automovilismo viene dándonos buenos resultados. Hace tres años ganamos la Vuelta de la Manzana, corrí el CARX una sola fecha y la gané, ahora este campeonato… Quiere decir que el automovilismo me empezó a devolver un poco de todo lo que no me dio durante muchos años.
-Cuando surgió el proyecto de traer el R5 a la Argentina. ¿Qué idea tenías en ese momento?
-Esta de ahora. Sabía que lo podía hacer bien, que teníamos la capacidad, que habíamos aprendido porque llevábamos 20 años haciendo esto. Éramos conscientes de qué teníamos que hacer, con qué gente estar… Pero si bien lo soñé y lo pensé antes, no sabía que iba a ser tan perfecto todo. Fue muy bueno. Pudimos plasmar lo que somos con mi viejo en el equipo; como que sigue la misma línea de vida nuestra. Un equipo con un taller relativamente chico que no le falta nada, que no tiene cosas ostentosas sino lo justo y necesario para funcionar bien y un grupo de gente que trabaja muy cómodo. Eso tiene mucho que ver con nuestra sabiduría, con la forma de encarar la vida con mi viejo. Trabajamos muy bien y si bien pasan cosas como en todos los equipos, tratamos de solucionarlo de la mejor forma para que sea un buen ámbito de trabajo.
-¿En algún momento pensaste que podía fracasar el proyecto?
-No. Ni se me cruzó por la cabeza. Podía llegar a fracasar yo como piloto, pero no el proyecto que estaba muy bien encaminado. De hecho, ganaron todos los vehículos que participaron en el equipo, anduvieron bien todos los autos y no solamente el mío. Y eso como director del equipo estuvo muy bueno.
-El desembarco de los R5 en el Argentino generó bastante ruido, con aquellos que estaban a favor y muchos otros en contra. ¿Qué opinión tenías vos en ese momento?
-Hay una opinión que yo la tengo y a lo mejor es media conflictiva. Hay que ver los dos puntos: la gente que está a favor del R5 y la gente que no. Creo que el Maxi Rally fue un muy buen proyecto cuando lo hicimos pero que, hace un tiempo atrás, había que empezar a cambiar por este auto que es el R5. ¿Por qué lo digo? Porque en el R5 el que más disfruta es el piloto; y este negocio, esta categoría, va a andar bien cuando los pilotos no solamente gasten plata para correr sino que empiecen a disfrutar de un auto que sea confiable, que no tengas que aprender a manejarlo… Como es el R5, que es prácticamente perfecto. Es verdad que tiene un costo más elevado, pero en mi caso solamente rompí un motor, que lo rompí yo porque el auto me avisó que venía sin agua y le seguí dando. Más allá de eso no se rompió nunca nada en ninguno de los tres autos que tuvimos. Entonces a la hora de analizar los costos no sé si es más caro o más barato que el Maxi Rally. Yo en mi etapa del Maxi Rally debo haber roto 15 motores; y si eso es disfrutar para alguien que corre 40 carreras y rompe 15 motores; ya les digo que eso no es disfrutar. Eso es disfrutar para el que vende los motores. Ahí es donde cambia el R5. Yo no digo que no se puedan romper y hasta pasar muchas cosas. Pero yo nunca abandoné por un problema del auto, entonces ya me olvidé de eso. Y eso es lo que tenemos que entender en Rally Argentino que el tipo que va a gastar plata y que tiene pasión por esto, tiene que disfrutar. Si no disfruta y es negocio solamente de uno, y si el que disfruta es uno solo y que generalmente es quien no maneja el auto, estamos mal. En eso el R5 le va a volver la alegría, el alma al cuerpo a todos los que lo tengan, incluso a los equipos porque el coche te hace trabajar mucho menos que cualquier otro.
-¿Es el auto que más disfrutaste manejar hasta acá?
-Sí, sin lugar a dudas. Por ahí lo perdimos en algún momento, que no estaba tan fácil de manejar, pero se trabajó muchísimo antes de La Manzana para lograr que el auto sea genial. Hoy funciona a la perfección, está súper fácil de manejar, hemos achicado la ecuación riesgo/velocidad. Yo voy muy rápido y cómodo y sin arriesgar nada; eso está bárbaro.
-¿Cambió un poco Cancio como piloto en estos últimos tiempos?
-No, es por el auto quizás. Obviamente estoy más viejo que hace 15 años, pero de haber corrido antes con este tipo de autos hubiéramos acortado muchos caminos. Hubiese tenido muchísimas más satisfacciones que las que tuve. Muchos años de incertidumbre, de renegar con un montón de cosas, pero con este auto es solamente disfrutar. Es impresionante. Eso a nivel mental es una tranquilidad bárbara. Pero que quede claro que no estoy más hábil como piloto, sino que la diferencia es el auto.
-Hace unos años tomaste la decisión de irte del Rally Argentino. En ese momento, ¿te fuiste pensando que no volvías más?
-Me fui porque la había peleado muchísimos años y cuando se me escapó el campeonato en esa última carrera del 2018, dije: ´No, no hice nada y se me rompió el auto los dos días en el Gran Premio´. ¡Ni siquiera lo había golpeado! Así que ahí sostuve: ´Nunca más me subo a algo que me haga sufrir tanto´. Realmente habíamos hecho un esfuerzo muy grande por llegar ahí en esas condiciones y se rompieron cosas que no dependían si yo era bruto o no. Ahí justo se había abierto la posibilidad de arrancar en Chile con el R5 y una vez que lo probé pensé: ´Éste es el camino a cualquier tipo de automovilismo en Argentina´. También tuve un problema de salud en esa época, con un tumor en un riñón… Fueron tiempos difíciles, de incertidumbre, donde me aferré al volante para seguir adelante. Y ahora estamos acá disfrutando de este momento.
-¿Coincidís que tanto en Chile como en Paraguay el rally ha dado un paso adelante respecto a lo que ocurre en Argentina?
-Sí, pero hay una cuestión económica y del país. Hoy la R5 es lo que era la N4 hace años, y Argentina siempre estuvo en la elite del rally sudamericano. Después por una cuestión de costos, de la problemática que siempre tiene el país, se hizo difícil y por eso comenzó el Maxi Rally. Pero ahora ya era el momento de cambiar porque sino no cambiábamos más. Y te vuelvo a repetir: para que sea un negocio, el piloto tiene que disfrutar. Y con este auto se disfruta.
-¿Cómo ves el presente del Rally Argentino?
-Bien. Creo que va a crecer mucho el año que viene con la incorporación de más autos R5. Yo lo he vivido, incluso yendo tranquilo, todo lo que le genera este auto a la gente que está mirando una carrera. El auto va muy rápido y la gente, por lo que me hace llegar en redes sociales, hasta le da miedo verlo pasar. Va a generar un buen espectáculo. Hasta se pueden sumar pilotos sudamericanos que ya me han pedido presupuesto para venir a correr dentro de la estructura. Eso sí, la categoría tendría que ser receptiva con este tipo de gente. No pasó hasta acá. La verdad que nosotros no tuvimos tanto apoyo de parte de la gente que está hoy en la categoría. Inclusive a mí se me fueron dos autos y nunca nadie me llamó ni siquiera para preguntarme por qué. Tenía tres y de repente aparecí con uno y fue como si no hubiera pasado nada. Entonces hay que estar receptivos y atentos a todas esas cosas que se puedan hacer para empezar a sumar autos.
-¿Tenés alguna cuenta pendiente?
No. Ya saldé varias, ja. Sí, La Manzana era una, la 50ª edición de La Manzana… Y el campeonato también era algo que estaba pendiente obviamente.
-¿A qué apuntás para el futuro?
-A seguir disfrutando. El día que no disfrute más de un auto me voy a bajar. Pero con este tipo de autos van a pasar varios años para que me baje.
-¿O sea que hay Cancio para rato?
-¡Pufff, no tengas dudas!
Fotos: Rally Argentino y MUV
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