Tras el desastroso arranque en Montecarlo, Ott Tänak salió con todo en los nevados caminos de Finlandia. “Sabía que tenía que marcar una buena diferencia desde el principio y luego construir un margen”, admitió el estonio que ejecutó el plan a la perfección para lograr su segunda victoria en el WRC con los colores de Hyundai.
Los pronósticos indicaban otra cosa. Por supuesto, al correrse en el Círculo Polar Ártico la promesa de nieve estaba asegurada. Pero al momento de señalar a los favoritos, ahí claramente Ott Tänak y Hyundai prácticamente no aparecían en la lista para celebrar en el Arctic Rally, segundo compromiso de la temporada 2021 del Campeonato Mundial de Rally.
En la previa, Toyota aparecía como la fuerza dominante y por distintos motivos: porque el equipo es finlandés hasta la médula, porque la joven estrella del equipo, Kalle Rovanpera, ganó el evento en 2020 (cuando no era puntuable por el Mundial) y porque la marca japonesa llegaba bien entonada tras el espectacular arranque con el 1-2-4 conseguido en Montecarlo.
El “reto” de Adamo Adamo, el director de Hyundai Motorsport, hizo reaccionar a todos y los ingenieros buscaron soluciones que, vistas con el diario del lunes, indudablemente funcionaron. Y por supuesto que Tänak hizo su parte. Es que tras el desastroso paso por “El Principado”, donde se fue sin sumar puntos, el estonio compensó en esta cita. Su estrategia fue salir a jugársela de entrada con el i20 WRC en un rally donde la experiencia de las carreteras árticas ultrarrápidas era mínima entre los pilotos de primera línea.
“Si vienes a un evento nuevo, nunca se sabe, tienes que aprender mientras conduces. Tienes que reaccionar rápidamente a algunas cosas y, sí, probablemente sea al comienzo del rally donde puedes marcar la mayor diferencia. Porque durante el evento, todos aprenderán y reaccionarán y las brechas comenzarán a hacerse cada vez más pequeñas. En lo que a mí respecta, sabía que tenía que marcar una buena diferencia desde el principio y luego construir un margen”, indicó Tänak.
Y su plan funcionó a la perfección, ya que tras ganar con autoridad las dos especiales del viernes prácticamente dejó helado a sus rivales y luego supo cómo mantener diferencias, arriesgando solamente cuando se sentía cómodo y evitando el ir más allá de los límites para golpear con los bancos de nieve al borde de la carretera. Por ejemplo, tras esa primera etapa le sacó 20.4 segundos a Rovanpera, quien finalmente lo escoltó en la general de la carrera a 17.5 segundos.
“Estas dos semanas previas probablemente estuve presionando mucho a los ingenieros porque necesitábamos encontrar algo, al menos para hacer un shakedown para probar dos carreras, y estoy seguro de que hubo mucho trabajo durante el día. Digamos que sabíamos las cosas que no estaban funcionando, así que tuvimos que probar las cosas que estaban funcionando. Fue un gran trabajo, pero valió la pena al final”, cerró Tänak.
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